El ayatolá Alí Jameneí, líder supremo iraní, ratificó para un segundo mandato de cuatro años como presidente de Irán al clérigo moderado Hasan Rohaní, quien el pasado mes de mayo ganara las elecciones en dicho país.
El norte de Teherán fue la locación que sirvió para la ceremonia realizada como antesala a la toma de posesión que se efectuará el próximo sábado. Recordando que Jameneí validó la elección popular en la que Rohaní se llevó un 57% de la totalidad de los escrutinios, lo que se traduce a más de 23 millones de votos.
Los mejores deseos para el líder
De acuerdo a lo expuesto en el texto de ratificación leído Mohamad Mohamadi Golpayegani, jefe de oficina del ayatolá, éxito, fue lo que le deseó al mandatario, además de instarle a centrar sus mejores esfuerzos para ayudar a los más desfavorecidos, establecer y mantener la justicia, así como seguir los valores de la Revolución Islámica y las enseñanzas islam
Asimismo el texto sirvió para que Jameneí hiciera énfasis en que las elecciones presidenciales significaron “un gran paso en el camino para preservar la gloria del sistema de la República Islámica”.
Afirmó también que tanto la épica y entusiasta escena de las elecciones, como la elevada participación y la colosal cantidad de votos alcanzados por el presidente electo hace poner en alto el éxito del sistema islámico, pero además que dicho sistema un siendo revolucionario, es de carácter popular.
A la espera de la toma de posesión del cargo
El próximo sábado 5 de agosto, es la fecha pautada para que el clérigo moderado tome posesión su cargo y comenzar así el desempeño de su segundo mandato en un acto que se llevara a cabo frente al Parlamento, mismo al que acudirán varias distinguidas delegaciones extranjeras.
Y es que, al menos ocho presidentes se encontrarán presentes en la ceremonia de investidura, grupo al que se le suman presidentes del Parlamento, ministros y representantes de organizaciones internacionales, entre los que se incluye, a Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea.
Un día de fiesta
Desde el sábado, que obviamente fuera decretado festivo en Irán, el mandatario contará con dos semanas para formar un Gobierno nuevo, el cual será presentado ante el Parlamento. Las primeras hipótesis manejan la espera de que ministros destacados como Mohamad Yavad Zarif, jefe de la diplomacia, continúe en su puesto, al tiempo que se estima que ingresen en el Ejecutivo algunas mujeres.
El apoyo de las masas
El presidente de Irán desde 2013 Rohaní, logró hacerse el pasado mayo de un notorio apoyo popular para su reelección, candidatura que se midió frente al clérigo conservador Ebrahim Raisí, quien tuviera que conformarse con apenas un 38.5 % de los votos.
Entre los más destacados hitos de su primer mandato, figura la firma del acuerdo nuclear entre Irán y seis grandes potencias, en julio del 2015 con el propósito de limitar el programa atómico de Teherán a cambio de que se levantaran las sanciones internacionales.
En su segundo periodo, el Rohaní tendrá entre sus principales retos reforzar el aperturismo internacional de Irán y el arribo de inversión extranjera, adicional a garantizar mayores libertades a los ciudadanos.